Por estética, cultura, religión o higiene, la depilación nos acompaña desde la Antigüedad. Así ha evolucionado… Por Alicia Hernández / Fotos: Getty Images y Cordon Press

• La historia del bronceado

La depilación, como sinónimo de pulcritud y belleza, se remonta a las mujeres del antiguo Egipto, que tenían muchos rituales estéticos y dedicaban días a depilar todo su cuerpo, incluida la cabeza, después cubierta con pelucas. Usaban cremas depilatorias hechas con sangre de animales o la grasa de hipopótamo, pinzas formadas con conchas marinas y caparazones de tortuga, piedras pómez y ceras de abeja mezcladas con azúcar, agua, limón y miel.

Los egipcios se depilaban por completo para entrar en los templos

Los hombres también se depilaban por motivos religiosos: se depilaban por completo para entrar en los templos. En Grecia, el cuerpo sin vello era el ideal de la belleza, como muestran las esculturas, y las mujeres usaban una crema depilatoria llamada ‘dropa’, compuesta de tierra de Chipre y vinagre. Durante el Imperio romano, la falta de vello corporal señalaba las clases altas. Incluso el vello púbico se consideraba incivilizado, y en los prostíbulos los alipilarius eran los esclavos dedicados a depilar a las prostitutas. En la India, además de las ceras y rasurados con conchas, se usaba la técnica del hilo, aún vigente hoy. La depilación de las cejas, del nacimiento del cabello, las sienes y las patillas empieza en el Medievo: lo hacían con una pasta que contenía cal viva y arsénico, una mezcla muy peligrosa, como se advertía en un libro de 1532: «Cuando sientas calor en la piel, lávala rápidamente para que no se caiga la carne». En el Renacimiento, los cuadros Las tres Gracias, de Rubens, y El nacimiento de Venus, de Boticcelli, muestran los cuerpos sin vello de la mujer, que lo eliminaba con vendas impregnadas en vinagres y aceites y un rasurado con navajas.

Cuatro hitos definitivos

LA REVOLUCIÓN DE GILLETTE

La guerra histórica contra el vello 4

La maquinilla de afeitar apareció en el siglo XVIII, creada por el barbero francés Jacques Perret en 1760. Cambió la historia. En 1903, King Camp Gillette (foto) inventó la primera maquinilla con hojas intercambiables, toda una revolución.

PRIMERAS CREMAS

La guerra histórica contra el vello 1

A principios del siglo XX surgen los primeros anuncios de cremas depilatorias. Prometían eliminar «el crecimiento humillante de vello en la cara, el cuello y los brazos». En 1920 se comienza a utilizar la cera depilatoria (una mezcla de cera de abejas, resina y parafina).

ENTRAN LAS MÁQUINAS

La guerra histórica contra el vello 3

En 1931 aparece la primera máquina de afeitar eléctrica y durante esta década también irrumpen las cremas depilatorias con componentes químicos para destruir el pelo. En los cuarenta, la revolución depilatoria llega con la máquina de afeitar Remington de dos cabezales. Popularizó la depilación eléctrica.

LA REVOLUCIÓN LÁSER

La guerra histórica contra el vello 2

En los sesenta se imponen las tiras de cera y se crea la primera forma de depilación láser, que elimina el vello por completo; perfeccionada hoy con la fotodepilación, es la más usada. El último avance: el láser indoloro con la tecnología Soprano. Aunque la última tendencia, a instancias de algunos grupos feministas, es dejar de depilarse. Justo ahora que los hombres habían empezado a hacerlo.

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