Basta con aplicar un buen autobronceador para, unas horas más tarde, disfrutar de una piel de color dorado sin que haga falta ni una gota de sol ni dañar la piel ni un poquito. Eso sí: esta maravilla requiere ser aplicada con una cierta maña y algún truquito que otro. Y aquí los contamos ¡todos! Por Stefanie Milla / Fotos: Williams & Hirakawa (August / Cordon Press)

• Enmascaradas contra el sol en China

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Con la llegada del verano llega también la preocupación por conseguir ese toquecito de color que tanto creemos que favorece. «Un bronceado saludable», nos diremos… Y, de esta forma, nos estaremos engañando.

¿Es posible ponerse en forma a estas alturas?

No digan que no lo advertimos… Porque ‘bronceado saludable’ es un oxímoron: sencillamente no existe, porque el color tostado de la piel es una señal de que esta ha sido agredida por el sol. Así que de saludable… ¡nada! O…  ¿acaso existe una alternativa que no se pague con arrugas, manchas, flacidez o, muchísimo peor, con cáncer de piel?

Pues, sí, existe: se llama ‘autobronceador’. Aporta color y ni un solo radical libre. Eso sí: usarlo bien tiene su técnica, por lo que procedemos a explicarla con todo tipo de detalles.

Secretos de aplicación

Mantén el aspecto luminoso de la pie: hidratándola como mínimo una vez al día

  • Un peeling exhaustivo realizado antes de aplicar el autobronceador es el atajo al resultado perfecto.
  • Extender y volver a extender: es clave para un resultado uniforme, sin líneas de demarcación ni manchurrones.
  • Vale la pena gastar algún eurillo más y adquirir una manopla de aplicación específica para autobronceador: el resultado es sencillamente mejor.

Precauciones necesarias

Para evitar sustos: los tónicos o las fórmulas en agua son ideales para efectos sutiles o un bronceado gradual

  • Nada de depilarse con cera ni con cuchilla de 24 a 48 horas antes del autobronceado. El producto se puede acumular en el interior del folículo y dejar un reguero de diminutas manchitas.
  • La planificación es una virtud muy recomendable con este producto. hay que dejar pasar varias horas para que revele su color final.
  • Una vez que se seque el autobronceador, lo mejor es llevar ropa muy suelta. Hay que evitar las prendas que aprieten porque pueden quedar marcas. Y si es ropa oscura, mejor. A veces las prendas claras se manchan, aunque se va con facilidad con un simple lavado.

Cuestión de aroma

Sí, hay autobronceadores que huelen mal. La razón está en el DHA (dihidroxiacetona), que es precisamente el activo responsable de teñir la piel. Pero también depende de la reacción particular de cada persona. ¿Cómo evitarlo?

  • Extender el producto unas tres horas antes de ir a la cama permite que la fase más ‘odorífera’ se produzca al abrigo de la noche.
  • Una ducha ayuda a reducir el olor, pero también puede alterar el resultado. El color quedaría más claro.
  • A menor cantidad de DHA en la fórmula, menos intensa será la reacción química y, por ello, habrá menos olor. Se pueden escoger fórmulas de bronceado gradual, con un porcentaje de DHA que no llega a la mitad de las fórmulas tradicionales.
  • Usar productos de baño perfumados, desde el gel a la crema hidratante, ayuda a disimular el olor.

Áreas difíciles

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Codos, rodillas y talones. son zonas ‘calientes’ para el autobronceador. ¿La razón? Este producto reacciona sobre la queratina de las células muertas de la piel, mucho más abundante en áreas engrosadas y rugosas como estas. Y, por tanto, el resultado final será un color mucho más intenso y exagerado. Esos trucos ayudan a impedirlo:

  • Un poco de hidratante antes del autobronceador hace que el producto quede más tenue y es un gesto que permite poder aplicarlo con más facilidad justo en esas áreas.
  • Una vez aplicado el autobronceador por todo el cuerpo por igual, se presiona una toalla de manos ligeramente humedecida mediante toquecitos sobre rodillas, codos y talones. Este gesto absorbe parte del producto sin eliminarlo del todo, dejando un aspecto uniforme.
  • En caso de que no haber puesto en marcha estas precauciones, se puede reducir el color final pasando un poco de zumo de limón o exfoliando el área.

¿Poros taponados? No, gracias

Aunque pueda parecer que el autobronceador funcione ‘añadiendo’ color sobre la piel (como el maqui-llaje), el proceso es diferente: el DHA es un azúcar incoloro que reacciona con los aminoácidos de las células muertas, dándoles esa apariencia tostada asociada al bronceado. Al actuar solo sobre los queratinocitos (células ya muertas que se desprenderán en unos siete días), el producto no llega a acumularse en los poros y se desprende de forma natural.

¿Gradual o inmediato?

Evita depilarte 24 horas antes del autobronceado para evitar pequeñas manchas

Un autobronceador de efecto gradual tiene un contenido en activo bajo, por lo que el tono que se obtiene es muy sutil y se desarrolla poco a poco. Lo normal es que comience a notarse a partir del segundo o tercer día. Es perfecto para los no iniciados en autobronceador, pues estas fórmulas reducen el margen de error (¡y de manchas!) y permiten un color suave y progresivo que resulta muy natural. Está más indicado para quienes quieran un dorado ligero (un efecto parecido a haber pasado el fin de semana en el campo) que para quienes buscan el tono equivalente a dos semanas de playa.

Cuestión de texturas

¿Qué nos lleva a decidirnos por una u otra fórmula?

  • Crema. El formato clásico, fácil y seguro. ¿La única advertencia? No frotar el producto vigorosamente, sino repartirlo con suavidad.
  • Espuma. Requiere ser rápido y a la vez exhaustivo al extenderlo para un resultado homogéneo.
  • Espray. El más práctico para llegar a zonas difíciles, como espalda o parte trasera de las piernas. ¿Su secreto? Agitar antes de usar y repartirlo bien nada más extenderlo.
  • Aceite. Perfecto para pieles secas y para un extra de hidratación. Por su textura oleosa es el más fácil de extender.
  • Agua o tónicos. Idóneos para efectos sutiles o para bronceado gradual, especialmente en rostro y escote.

LOS IMPRESCINDIBLES

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1. Para pieles sensibles
Avène Autobronceadora Hidratante proporciona un tono uniforme, natural y luminoso en cara y cuello (19,16 euros).

2. Hidratación extra
Gel autobronceador para el rostro Flash Bronzer, de LancômeNutre e hidrata la piel (33,50 euros).

3. Bronceado natural instantáneo
Self Sun Body Tinted Lotion, de Clinique. Sin aceites, así que no provoca granitos en la piel (30 euros).

4. Rostro y cuerpo
Brilliant Bronze Quick Self Tanning Gel, de Shiseido, con acabado luminoso y de rápida absorción (36 euros).

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