Se llama Jorge Pérez y un tuit del Instituto Armado con su foto revolucionó las redes sociales. Ahora, el agente se ha convertido en el modelo revelación de la temporada. Por Raquel Peláez / Foto: Hervás & Archer / Vídeo: Alicia Miranda

«Aunque por fuera nos veas vestidos de uniforme, por dentro no somos diferentes a ti. Trabajamos por tu libertad y seguridad. Si nos necesitas, llama al 062»… Así rezaba el tuit que la Guardia Civil subió en abril junto a una foto de Jorge Pérez, uno de los agentes de su comandancia en la localidad palentina de Aguilar de Campoo. Y claro que llamaron. O más bien, escribieron. Internautas de toda España y parte del extranjero mostraron rápidamente su interés por la nueva imagen de la Benemérita y el asunto se volvió viral. Desde entonces el agente, de 35 años, casado y con familia numerosa, combina su puesto en el instituto armado con una nueva carrera como modelo de Sight Management, una de las agencias más importantes del mundo. Concretamente la misma que representa a Andrés Velencoso o Ashton Kutcher. Hablamos con el guardia civil más buscado del momento.

jorge perez guardia civil

Foto: Twitter @guardiacivil

XLSemanal. ¿Aumentaron mucho las llamadas de auxilio ese día al 062?

Jorge Pérez. [Se ríe]. Creo que la Guardia Civil puso un mensaje en Twitter en el que decía: «Parad de llamar ya», pero era de broma. Hasta donde yo sé, no hubo muchas llamadas. Donde se montó todo fue en las redes sociales.

XL. ¿Cuál era la finalidad de la campaña?

J.P. Querían transmitir al ciudadano la imagen actual de la Guardia Civil. Todavía hay gente que tiene encasillada esa idea del guardia antiguo y enfadado, y nada más lejos de la realidad. Somos una policía que trabajamos por y para el ciudadano, que nos gusta el trato con él y nuestra misión es servir y proteger.

XL. Pues trato querían, sí. «Arrésteme, señor», «Voy a portarme mal»… ¿Los comentarios que generó su foto en Twitter responden bien a ese objetivo?

J.P. [Se ríe]. Perfectamente. Los mensajes fueron muy divertidos. Para mí, el mejor fue el de un señor que escribió: «No podíais poner al feo, no, teníais que poner a este maromo. Tengo a mi mujer to’loca queriendo llamar al 062» [se ríe].

«Hice un curso de adiestramientos especiales y luego estuve siete años destinado en el grupo antiterrorista de Guipúzcoa»

XL. ¿Le avisaron de que iban a subir su foto como imagen de la Guardia Civil?

J.P. No, de hecho esta foto la hicieron hace cuatro años, cuando yo estaba destinado en San Sebastián y ahora ya estoy en la comandancia de Palencia. Vinieron de prensa de Guardia Civil para hacernos un reportaje porque el grupo al que yo pertenecía, los GAR (Grupo de Acción Rápida), es una unidad de la Guardia Civil que siempre ha despertado mucho interés.

XL. ¿Estuvo en Guipúzcoa en la época anterior a la tregua de ETA?

J.P. Sí. Hice un curso de un año y medio de adiestramientos especiales y luego estuve siete años destinado en el grupo antiterrorista de Guipúzcoa, desde 2008 hasta 2014.

XL. ¿Cómo fueron aquellos años?

J.P. El clima era bastante hostil. Todo estaba basado en normas de seguridad y autoprotección, pero yo fui sabiendo lo que había y el tipo de vida que iba a llevar allí. Como debíamos tener disponibilidad 24 horas, tampoco te podías ir muy lejos, así que compartía mucho tiempo con mis compañeros, incluso fuera del trabajo. La unidad en la que yo estaba era como un Gran Hermano a lo bestia, porque la convivencia era total.

XL. ¿Y por qué se fue a Palencia?

J.P. A mí me encantaba, pero en esa época mi mujer y mis dos primeros hijos (ahora tengo tres) vivían en Aguilar de Campoo (Palencia) y el mayor, de cuatro años, lo pasaba fatal cada vez que yo me marchaba. Me pasaba semanas fuera y era muy duro. Un día, mi mujer me mandó una foto del niño llorando, abrazado a mi pijama, y entonces decidí que tenía que irme con ellos.

XL. Cualquiera se resiste…

J.P. Pues sí, y ahora estoy encantado. Mis hijos tienen mucha calidad de vida. Respeto a los compañeros que se llevan a sus familias a sus destinos, pero yo preferí que se quedaran en Palencia y luego volví con ellos.

«En octubre, me enviaron a las mal llamadas ‘votaciones’ en Cataluña. Allí me dijeron de todo menos ‘guapo'»

XL. También estuvo en Cataluña.

J.P. Sí, mi primer destino fue Lérida, pero en octubre del año pasado volví comisionado cuando las mal llamadas ‘votaciones’. Estuve allí dos semanas y el ambiente fue malo. Nos tuvieron controlados desde el primer día que llegamos. A la mañana siguiente, ya nos habían pintado la fachada del hotel donde nos alojamos. Todas las noches nos hacían caceroladas y yo pensaba: «¿Esta gente no tiene que trabajar al día siguiente o qué?» [se ríe].

XL. Así que mucho piropo no recibió durante esos días…

J.P. Me dijeron de todo menos ‘guapo’ [se ríe]. De todas formas, mi estancia tampoco fue tan desagradable como la de otros compañeros porque mi función era la de seguridad y protección de acuartelamientos, con lo cual no tuvimos contacto directo con la gente de las votaciones.

Realización: Raquel Peláez

Estilismo: Verónica Suárez

Maquillaje y peluquería: Pilar Lucas

Ayudante de estilismo: Jorge Gilarranz

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