El 2016 no fue un buen año: a su vinculación con los papeles de Panamá se sumó su ruptura con Irene Meritxell, su pareja desde 2010. Ahora, a los 60 recién cumplidos, vive centrado en el trabajo: a la serie ‘Cuéntame’, añade nuevo personaje en ‘Velvet’ y una película, ‘Despido procedente’. De todo ello nos habla sin decir ‘no’ a ningún tema, por doloroso que le resulte. Por Virginia Drake

Asegura que está tranquilo y con fuerzas para superar las consecuencias de un año ‘muy complicadito’. 2016 no ha sido fácil para el actor…

Cumplió 60 años acusado de fraude fiscal; y, por primera vez y tras largas relaciones de pareja, ha empezado a vivir solo. Reconoce los errores cometidos y estar dispuesto a solventarlos en cuanto el juez fije la cantidad que debe pagar para estar en paz con la Justicia. Asegura que todo lo vivido le ha hecho replantearse su forma de entender lo esencial y que los acontecimientos de este último año le han hecho afrontar esta nueva etapa como una oportunidad de renacer.

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No quiere comentar sus asuntos procesales ni el trato recibido por los medios. Tampoco los que afectan a su vida personal. Imanol Arias [Riaño, León, 1956] solo quiere hablar de trabajo, de sus proyectos y de su nueva película, a punto de estrenarse, Despido procedente, que protagoniza junto con el argentino Darío Grandinetti -última pareja conocida de su exmujer, Pastora Vega– y Hugo Silva. Pero sabe que esa es una batalla perdida, así que encaja con cierta resignación nuestras preguntas y pone al mal tiempo buena cara. Un profesional.

XLSemanal. ¿Qué tal se encuentra?

Imanol Arias. Bien, contento conmigo mismo, viviendo esta parte de mi vida en la que tengo muchísimo trabajo y muy seguido, como nunca: en la televisión, en el cine… Intento estar fuerte y hacer personajes diferentes.

XL. Cuenta que unos jóvenes que solo lo conocían por Cuéntame le preguntaron si no le daba vértigo terminar la serie.

I.A. [Sonríe]. Esas cosas pasan. Llevo 42 años en esto y hay mucha gente que no llegó a ver mis trabajos anteriores.

XL. Anillos de oro, Querido maestro, El Lute, Severo Ochoa, Vicente Ferrer, Anacleto… Personajes inolvidables.

I.A. Las biografías de los personajes reales te llegan dentro porque haces tuyas algunas cosas de sus vidas. Y los de ficción te ayudan a entender la vida a ti, te ponen en el día a día. Todos los personajes me han ayudado a vivir.

XL. ¿Qué tal sienta que Antonio Alcántara pueda con todos ellos?

I.A. Antonio es muy poderoso porque es muy largo y yo mismo me asombro de que pueda tener otro giro. No es un mal personaje, no está hecho a la ligera; seguimos siendo muy obsesivos porque esté muy bien hecho. Que los personajes hayan crecido 15 años en la serie marca mucho al espectador.

Marzo de 1985. Una imagen del actor Imanol Arias. Foto: Gonzalo Cruz. ARCHDC

Imanol Arias en los ochenta. Lleva 42 años en lo más alto de la profesión. «Todos los personajes -dice- me han ayudado a vivir»

XL. En estos años que lleva la serie, apenas han trascendido quejas de personas que han trabajado en Cuéntame, pero alguna lo acusaba -junto con Ana Duato y su marido, Miguel Ángel Bernardeau [productor de la serie]- de ser algo así como uno de los tres sultanes del harén.

I.A. Estoy seguro de que hay quien en Cuéntame no lo ha pasado bien por muchos motivos y no lo dijo en su día. En mi caso he estado siempre muy a gusto, salvo por algún que otro trabajo que debí rechazar. Todo depende de cómo encajes ese tipo de cosas: la vida es un juego de compensaciones.

XL. No hace mucho se le veía cansado de seguir interpretando a Antonio Alcántara e incluso deseaba el final de la serie.

I.A. Entonces, la distancia entre lo que yo era y lo que quería ser era más larga que ahora. Hoy, esa distancia es mucho menor y estoy más tranquilo, contento y relajado. Esta es la oportunidad que te dan las circunstancias difíciles de tu vida. Somos producto de nuestros errores, porque uno siempre fracasa un poco en algo.

XL. Antes de entrar en ‘fracasos y errores’, hablemos de Despido procedente.

I.A. Es una comedia rodada entre Argentina y España. Es un juego de pillos en el que una persona buena se junta con pillos buenos que, a su vez, lo convierten a él en pillo.

«Vivo solo y muy bien: duermo en medio de la cama… aunque a eso te acostumbras rápido»

XL. Pillos buenos y tiburones no tan buenos ni tan pillos.

I.A. Cuando uno ve tiburones en el cine, ya no se extraña porque los ve en el mundo real con maneras muy poderosas. Antes a los dueños de las empresas y a los banqueros no se los conocía, ahora hay más información.

XL. Cada mañana nos despertamos con un nuevo caso de corrupción. A veces da la sensación de que en nuestro país el que no ha robado es porque no ha podido.

I.A. No sé qué decir a eso. Estamos en un momento en el que se saben las cosas y es el momento de limpiar. Me sorprende cómo nuestras cabezas se acostumbran a escuchar estas cosas. Es verdad que en España lo judicial últimamente es muy público. Yo no tengo mucho más que decir al respecto.

XL. El fiscal general pide que se sancione a los medios que publican filtraciones de los sumarios, ¿qué le parece?

I.A. No sé qué contestar, no estoy al tanto. He estado mucho tiempo fuera y no estoy muy informado sobre esas cosas. No participo mucho de todo esto.

XL. Tras todo lo que se ha publicado sobre su relación con los papeles de Panamá, ¿cómo está anímicamente?

I.A. Pues quitándome un poco de orgullo y un poco de ego. Con la sensación de que esta es una oportunidad para cambiar de vida, para darme cuenta de cosas y transformarme yo. ¡Me ha tocado! Estoy tan expuesto que hay un Imanol que la gente cree conocer y que no soy yo. Por eso, casi prefiero ser yo y dejar que ese otro se quede ahí. No tengo mucha necesidad de hurgar más, me han tocado muchas cosas en la vida que tengo que asumir. He trabajado desde los 19 años, siempre he tenido éxito, he sido muy querido y tampoco me preguntaba entonces tanto por qué lo era. Siempre he intentado hacer las cosas bien para sentir el cariño y el respeto de la gente; pero alguna vez no se han hecho, por lo visto, las cosas bien y asumo como estoy. Estoy tranquilo y con ganas de no estar muy presente.

«No creo que España sea especialmente cainita. Yo me siento muy bien aquí»

XL. ¿Cree que este país es muy cainita?

I.A. No especialmente. Depende de las circunstancias, cada país tiene su carácter. Algunos nunca piden perdón y otros lo piden mucho, países en los que existe la envidia. Yo me siento muy bien aquí y en todos los países en los que se habla mi idioma. Creo que el español es la patria, y que la patria es muy grande y múltiple. Yo me siento muy español.

XL. ¿Con todo este asunto ha tenido ganas de irse fuera una temporada?

I.A. No, estoy muy arraigado aquí; en España están mis hijos, mi familia… y yo soy de aquí.

XL. ¿Se ha sentido acosado?

I.A. Mmmm… No. Dicen los sabios que a los 60 se da una especie de juicio sobre la vida de uno, porque entre lo que uno dice que es y lo que realmente es hay una separación, un hueco. Hasta cierta edad, ese hueco es grande. A los 60 años hay una tendencia natural a cerrarlo y a reconocerse realmente. Yo ya he cumplido los 60 y estoy en ello.

XL. El 2016 ha sido para usted nefasto?

I.A. Ha sido un año de mucho aprendizaje, muy complicadito. Pero estoy contento de seguir vivo, de poder solucionar las cosas y muy feliz de ‘entender’. Creo que hay momentos en los que -independientemente del grado de complicación- te haces consciente, y eso te permite quedarte en paz con las cosas y tener una sensación de la vida muy libre y diferente. Es un tramo largo, en el que hay que saber aceptar lo bueno y lo malo. No quiero ser pedante, pero intento construirme una casita con un tejado a dos aguas. por un tejado caen los elogios -y resbalan mucho porque, si se acumulan, el tejado se cae un día y te hace daño-; y por el otro tejado caen las críticas y todo lo demás.

XL. Que también resbalan para que no pesen demasiado…

I.A. Sí, y estoy en el medio intentando -no luchando- aprender lo que la vida me ha enseñado: estar muy atento a mis cosas, ser responsable, dar más tiempo y más cariño -y menos cosas- a la gente de mi alrededor.

XL. ¿Ha ido al psicólogo para afrontar los nuevos tiempos con ese espíritu tan renovador?

I.A. No me ha hecho falta, pero algo muy parecido sí.

XL. Explíqueme algo complicado de entender en todo el asunto del fraude fiscal: si el dinero que ha sacado de España no es robado ni ‘negro’, lo ha ganado con su trabajo y, según dice usted, tributó en su día por él… ¿por qué lo convierte en ‘negro’ a través de un entramado tan complicado de empresas fuera de nuestro país?

I.A. [Hace una pausa]. Por miedo. El miedo es siempre el factor más importante para este tipo de cosas. Miedo y que alguien te ofrece una solución. Así se producen las cosas.

«Lo de los papeles de Panamá me ha tocado. Estoy quitándome el orgullo y el ego»

XL. Miedo a qué: ¿a otra guerra, a pasar hambre en España algún día…?

I.A. No, no. Las circunstancias personales que ocurrieron tras un discurso que yo hice contra ETA… cada uno las vive como las vive y cada uno sabe lo que sabe de lo que pasaba: de lo que decían, de las cartas, de las personas que te insultaban por carta e implicadas directamente en puestos de Gobierno y de partidos… Tuve que llevar guardaespaldas tres o cuatro años.

XL. ¿Saca el dinero por miedo a ETA?

I.A. Por miedo a lo que pudiera pasar aquí. No estoy justificando nada, estoy contando lo que pasó y no tengo mucho más que decir.

XL. ¿En qué punto está el proceso judicial?

I.A. El juez debe determinar la multa que me impone. El tiempo pasa lento para el que espera, rápido para el que es feliz; es muy largo para el que tiene miedo y muy lento para el que espera justicia.

XL. Y en su caso, ¿cómo es el tiempo?

I.A. Estoy en un punto en el que ya nada depende de mí, excepto cumplir con las obligaciones y, en la medida que es posible y me dejan, estoy cumpliendo; y esto es lo que hace que para mí el tiempo sea un aliado.

XL. Por cierto, ha estado cinco veces nominado a los Goya e incluso ha presentado la gala de los premios, ¿cree que se llevará alguno este año?

I.A. Es que eso depende de con quién compites. Siempre me nominaban en años en los que había otro que había hecho un trabajo buenísimo, igual o mejor que el mío. Fernán Gómez decía que los Goya tenían una faena: solo los gana uno.

«Aspirar a tener un Goya no te da más que sufrimiento. No, no estoy enfadado con nadie ni con nada»

XL. Fue cofundador de la Academia de Cine, ¿está un poco enfadado con ella?

I.A. No, no. No estoy enfadado con nadie ni con nada. Aspirar a tener un Goya no te da más que sufrimiento.

XL. Sobre todo si no se consigue [risas].

I.A. Es que si te cae, a veces, no te da más que sufrimiento. Hay mucha gente a la que se lo han dado demasiado rápido, otros que no lo asimilan y muchos que no han vuelto a trabajar. Una de las cosas que se aprende cuando te escarnian a los 60 es que el objetivo del trabajo se ve mucho más claro, porque hay circunstancias que te ponen más nervioso y precipitan más tu vida; como la enorme cantidad de compañeros importantes de entre mi edad y los 75 años que han muerto. Esto te marca más que tener un Goya y hace que aceptes que no estás para hacerte más exclusivista, sino para hacer trabajos muy distintos.

XL. Ha repetido varias veces su edad, le pesa haber cumplido 60 años?

I.A. No especialmente. Lo llevo muy bien, estoy renaciendo para ser mejor y para no cometer los mismos errores.

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Imanol Arias con Pastora Vega. Se casaron en 1984 y tienen dos hijos. Arriba, Jon, el mayor, de 30 años, que ya da sus primeros pasos como actor y Daniel, de 16

XL. Cumplió los 60 con el corazón partido. ¿Cómo lleva lo de vivir solo?

I.A. Cuando eres el héroe de tu propia película, no tienes ninguna excusa para echarles la culpa de nada a los demás, y eso es estupendo. Ahora vivo solo y estoy muy bien: duermo en el medio de la cama… aunque a eso te acostumbras rapidísimo [sonríe]. También a tomar los tiempos de otro modo y tienes otro tipo de contactos. Pero yo aún tengo hijos a los que dedicarme, al menos uno.

«Siento que con Pastora la relación nunca se rompió: es la madre de mis hijos y una mujer a la que quiero muchísimo»

XL. ¿Qué tal le han salido?

I.A. De momento, ninguno de los dos ha desarrollado una personalidad preocupante que les haga difícil encajar en este mundo. Soy bastante optimista.

XL. ¿Sienten la misma admiración que sentía usted por su padre?

I.A. Eso se lo tendrías que preguntar a ellos, pero tenemos buena sintonía. El mayor, de 30 años, estaba más metido en la música, pero está empezando a trabajar como actor y lo hace muy bien. Le han surgido en un año varias oportunidades y las ha aprovechado.

XL. Ha contado que nunca ha sido un padre cariñosón, ¿se ha corregido?

I.A. Sigo sin serlo. Dicen que soy más entregado fuera de casa que dentro; que en casa soy bastante más serio, pero este año he aprendido un poquito, porque el estar solo hace que te sobre tiempo y se lo dediques más a ellos y seas más cariñoso también. Cuando los padres no viven juntos, los hijos tienen que saber en qué momento está cada uno. No se trata de quitar responsabilidad al padre o a la madre, pero hay momentos en los que uno está más capacitado que el otro. Pastora es una mujer inteligentísima y muy buena gente y ha hecho que las cosas sean siempre muy sencillas.

«No tengo la vida resuelta económicamente. Todo depende de lo que quieras vivir y yo confío en hacerlo 20 años más»

XL. En estas páginas contó hace tiempo que para que una pareja se mantuviera fuerte debía romper muchas veces.

I.A. Sí, pero creo que la última ruptura que tuvimos fue definitiva. Esta vez, para seguir creciendo, fue necesaria la separación. De cualquier forma siento que con Pastora la relación nunca se rompió: es la madre de mis hijos y una mujer a la que quiero muchísimo.

06/08/2011. BENHAVIS. MALAGA. ANDALUCIA. ESPAÑA. GALA BENEFICA STARLITE.IMANOL ARIAS Y MERITXELL. FOTO: DE SAN BERNARDO. ARCHDC

Su pareja más reciente: con Irene Meritxell, su pareja conocida más reciente; estuvieron juntos entre 2010 y 2017. «En este momento de mi vida -dice- creo estar bien dotado para vivir solo [ríe]»

XL. Tanto su relación con Irene Meritxell como la de Pastora con Juan Ribó se terminaron, ¿se ve con Pastora de nuevo?

I.A. Ser sincero en esto es una faena. Toda mi vida he estado viviendo en pareja y he tenido siempre relaciones largas y nunca me han dicho: «Qué bien dotado estás para vivir en pareja», sino más bien todo lo contrario, con lo cual en este momento de mi vida creo que sí estoy bien dotado para vivir solo [ríe]. Creo que ahora colmo más expectativas, quiero a más gente y soy mejor.

XL. Hay quien dice que durará sin pareja dos días, reconozca que tiene éxito entre las mujeres. [Se lo relaciona con una jovencísima morena con la que acudió al pasado Festival de Cine de Málaga].

I.A. [Sonríe]. Pero para muchas seré un problema. Imagínate lo que supone salir a cenar conmigo cinco veces para alguien que quiere tener la vida tranquila. A partir de ese momento toda su vida va a estar chequeada. A la que le guste ese tipo de vida, mal asunto; y a la que no le guste pensará que ‘el regalito’ tiene que estar muy bien para soportar todo esto.

XL. ¿Qué hace para evitar a los paparazis?

I.A. Nada, no se puede hacer nada. Es un fenómeno que viene por rachas. Este último año, el tiempo que he estado en Madrid, me han seguido tres coches a diario desde la puerta de casa. Los veo, sé cuándo me siguen, sé quiénes los informan… pero ni me meto con ellos ni me defiendo.

XL. ¿Lee lo que dicen de usted?

I.A. ¡Nada! Ni leo esas revistas ni veo ninguno de esos programas. Yo solo consumo televisión ‘a la carta’, a través de las plataformas. También me gusta ver en directo las series españolas, sobre todo los primeros capítulos. Es una parte de mi trabajo: ver a qué hora empiezan, qué efecto me producen…

XL. Una curiosidad, ¿aún vota en blanco?

I.A. Es cierto que alguna vez he llegado a votar en blanco, pero ya no sé lo que voto porque cambio mucho.

XL. Después de 42 años de éxito como actor ¿tiene la vida resuelta?

I.A. Económicamente, no. Todo depende de cómo quiera vivir y de cuántos años. Yo quiero vivir, como mínimo, 20 años más. Trabajaré mientras tenga memoria y haré personajes de mi edad. Yo ahora tengo que deshacerme de muchísimas cosas y lo mejor que puedo pensar es que soy capaz de hacer frente a mis errores y que eso me siente bien.

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