Jugador de baloncesto y golf, empresario, experto en explosivos…, este vitoriano es responsable de los éxitos del golfista Jon Rahm, número dos del mundo. Eso, al menos, asegura el propio campeón vasco. Joseba del Carmen es autor del libro ‘El éxito es un juego’. Texto y fotos Daniel Méndez

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XLSemanal. Jon Rahm reconoce que le debe parte de su éxito.

Joseba del Carmen. He tratado de que entienda la información que le dan sus emociones: rabia, tristeza, frustración. Todo esto es inherente a la competición.

XL. Y, por lo tanto, lo mejor es aceptar esas emociones…

J.C. Eso es. Debes sentir las emociones, no taparlas. El miedo, por ejemplo, es lo que nos ha hecho llegar hasta donde estamos como especie. Nos ha ayudado a sobrevivir. Pero, si ya no hay leones, qué nos da miedo? Quizá venga de nuestro interior. ¡No puedes detener un río! Escucha tus emociones y acéptalas.

Joseba del Carmen, 'coach' de Jon Rahm: "El éxito no es el resultado; es lo que sientes cuando das lo mejor de ti"

Joseba del Carmen con el golfista Jon Rahm, su púpilo más ilustre. «Mis éxitos de hoy son fruto de mi trabajo con él», segura el actual número dos del ‘ranking’ mundial de golf

XL. Con Jon han trabajado mucho la gestión de la rabia.

J.C. Rahm convirtió la agresividad que desarrollaba en el green en una rabia positiva. Y ha logrado una cosa muy importante: disfrutar con lo que hace. Esta es la mejor herramienta para desarrollar todo su potencial.

XL. ¿Y para ganar torneos, no?

J.C. Claro. Pero el éxito empieza cuando sé que doy lo mejor en cada momento y nunca lo dudo.

XL. ¿Es lo que le dice a Rahm?

J.C. Sí. Pero también he trabajado con otros golfistas y en el Baskonia en baloncesto, fútbol… Yo les propongo que miren la vida como un juego. Y como tal tiene unas reglas. ¿Te imaginas jugar al baloncesto con las del fútbol? Sería un caos. Las reglas son el ‘para qué’ de todo lo que haces. Si entiendo ese ‘para qué’, todo cobra sentido.

XL. ¿La clave es ese ‘para qué’?

J.C. Esa es la gran pregunta. ¿Para qué quieres tener éxito? Cuando vas definiendo eso, empiezas a saber por qué te pasan las cosas. ¿Por qué sientes miedo de perder el partido? O como pensaba cuando fui artificiero en la Ertzaintza: por qué temes que explote la bomba?

XL. ¿Qué responde usted?

J.C. Que primero debes trabajar dentro de tu cabeza. Convertirte en el mejor golfista del mundo en tu interior. Lo primero es ser y luego hacer, y no al revés como todo el mundo piensa.

XL. Bueno, pero hay que ganar…

J.C. Claro. ¿Y si no lo haces? Pues tendrás que entrenar más: ¿no has encestado en la canasta? Sigue practicando. Pero lo importante es que has confiado en que ibas a hacer tu mejor tiro. Has tenido la osadía de lanzar. Y ya has triunfado.

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Del Carmen ha vivido muchas vidas en una. Desde profesional del baloncesto y el golf hasta desactivador de explosivos. Y ahora ‘coach’ deportivo y empresarial

XL. También hace coaching empresarial.

J.C. Formo a muchos directivos. Si solo te motiva el sueldo, a los tres meses te parecerá poco. Hay que buscar las motivaciones dentro de ti y trabajar en equipo. Quien promueve esto es un líder coach.

XL. ¿Y un poco de ‘coaching’ en la política, también vendría bien?

J.C. ¡Claro! ¡Nadie llega a acuerdos!, ¡falta comunicación! Es como si en un equipo de fútbol el portero decide que no le pasa el balón al delantero. Eso es lo que está pasando en la política.

XL. Hay quien dice que el ‘coaching’ es solo una moda.

J.C. Yo lo que digo es que, si no te sirve, no lo uses. No es para todo el mundo. Pero en Estados Unidos lleva funcionando desde los años setenta. Es un modo de empezar a conocerse, pero, si no te aporta, no lo uses.

XL. ¿Cómo ha llegado usted a convertirse en ‘coach’ de deportistas de élite?

J.C. Yo llego a ser coach de deportistas de élite por algo… El deporte te entrena para la vida.

XL. Empezó como jugador profesional de baloncesto, pero después ha hecho más cosas…

J.C. Luego pasé a dirigir una empresa familiar. Tuvimos una quiebra, nos recuperamos, y en la crisis del 92 tomé la determinación de encontrar algo fijo y seguro.

«Como artificiero de la Ertzaintza en los tiempos más duros de ETA aprendí a trabajar bajo presión»

XL. ¿Y qué fue lo siguiente?

J.C. La Ertzaintza. Ingresé en el cuerpo en 1994 y, tres años después, entré en la unidad de desactivación.

XL. De bombas.

J.C. Estuve 14 años, en la época de máximo esplendor de ETA. Fueron muchos años en situaciones límite. Esto te lleva a un aprendizaje.

XL. ¿Cuál?

J.C. A trabajar bajo presión. Entendí que el momento es el presente. Si sobrevivo hoy, el día siguiente será un regalo, pero lo que tengo que hacer es vivir ese momento.

XL. Y concentrarse.

J.C. Estudié para convertirme en el mejor terrorista. Era la manera de ser el mejor desactivador. Yo no ponía bombas, claro, pero si no lograba entender y aceptar el otro polo no podría combatirlo.

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Del Carmen en una sesión de ‘coaching’ con jugadores del Baskonia

XL. ¿Dejó el deporte?

J.C. Seguía siendo la base de todo. Pero entonces me hice jugador de golf profesional y en esos años conocí a Jon Rahm, que entonces tenía 12 o 13 años. Y la suma de todas estas experiencias es lo que me llevó a hacer lo que hago ahora.

XL. ¿Cómo?

J.C. Por un problema de salud. Tengo una doble prótesis de cadera. En 2009, casi no podía andar.

XL. Pero no se quedó inactivo.

J.C. ¡Me retiré tres años a un monte en Cantabria! No me soportaba. Si yo soy una persona normal, ¿?¿por qué estoy sufriendo tanto?

XL. ¿Encontró la respuesta?

J.C. Entendí que yo hacía a los demás responsables de mi felicidad. Un día decidí que no podía seguir así. Fue el gran crack. Empecé a hacer cosas para ser feliz. Sonreír, dar las gracias, pensar que los demás no me agreden. Y aquí estoy.

XL. ¿Cómo se traslada ese aprendizaje a otros terrenos?

J.C. En el deporte, los extremos son perder y ganar. Pensamos que podemos serlo todo si ganamos o nada si perdemos. ¡No! Hay que aceptar todo. No necesito la victoria para saber quién soy. El éxito no es el resultado; es lo que sientes cuando das lo mejor de ti.

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